El predominio de River Plate en el Torneo de la Liga fue total: se subió a la punta en la octava fecha y justificó su liderazgo a partir de un fútbol ofensivo y colectivo mediante el cual superó a la mayoría de sus rivales, algo que quedó en evidencia en casi todos los apartados estadísticos.
Pero más allá de las vastas virtudes del equipo de Martín Demichelis, uno de sus mayores méritos en el campeonato fue encadenar varias victorias al hilo en momentos clave.
A lo largo del año, contando todas las competencias, River tuvo tres rachas de cinco victorias en fila que le permitieron cortarse en la cima del certamen.
Entre el 4 y el 31 de marzo, venció 2-0 a Lanús, 3-0 a Racing de Córdoba (Copa Argentina), 3-0 a Godoy Cruz, 2-0 a Sarmiento y 1-0 a Unión, etapa en la que también cimentó una gran racha de imbatibilidad de Franco Armani, quien estuvo 744 minutos sin conceder goles.
Un par de derrotas previas (1-2 con Belgrano en el Kempes y con Arsenal en el Monumental, hasta el momento la única caída en casa de la era Demichelis) habían alejado un poco a River de los primeros planos, pero la primera gran senda triunfal lo colocó en el primer puesto.
Esta racha se cortó con la derrota frente a The Strongest en La Paz, pero continuó en el plano local, donde llegaron a ser ocho los éxitos consecutivos.
De hecho, entre el 9 y el 23 de abril, después del traspié en la altura de Bolivia, el Millonario volvió a ganar cinco partidos seguidos, con Huracán (3-0), Gimnasia (3-0), Newell's (1-0), Sporting Cristal (4-2, por CONMEBOL Libertadores) e Independiente (2-0) como víctimas.
Con diez alegrías en un período de once partidos, los pupilos de Demichelis ya habían demostrado ser el equipo más dominante y regular del fútbol argentino y empezaban a encaminarse hacia el título.
Y en ese momento, cuando todo parecía mejorar, llegó el gran bache del elenco de Núñez, en mayo. Un empate -con equipo alternativo- ante Atlético Tucumán (1-1) precedió la durísima goleada recibida en Río de Janeiro frente a Fluminense (1-5).
A pesar de que la agónica victoria vs. Boca en el Superclásico pintaba para encauzar nuevamente el rumbo, llegó otra derrota en el Torneo de la Liga, frente a Talleres. Luego, una ajustada victoria contra Platense y dos empates seguidos, con Cristal, comprometiendo la clasificación a octavos de la Libertadores, y Vélez.
No obstante, cuando el equipo tenía que demostrar que estaba para superar las adversidades para cerrar el campeonato, lo hizo de gran manera, con un triunfazo ante el Flu en casa (2-0) que sirvió para enmendar todos los traspiés previos.
A partir de ese triunfo (7 de junio), que sumado a la caída de The Strongest contra Cristal encaminó la clasificación en la Copa, River superó a Banfield (4-1), Defensa (1-0), Instituto (3-1) y The Strongest (2-0) metiéndose entre los dieciséis de América y ganando por tercera vez en el año cinco partidos consecutivos.
Definitivamente, una de las cualidades del conjunto de Demichelis fue la regularidad y la consistencia: salvo el impasse de mayo, que quedó atrás con la tercera racha, demostró no bajar nunca la intensidad, motivo por el que se terminó coronando con un par de jornadas de anticipación.
Las tres rachas de River en 2023
2-0 a Lanús (4 de marzo, Torneo de la Liga)
3-0 a Racing de Córdoba (8 de marzo, Copa Argentina)
3-0 Godoy Cruz (12 de marzo, Torneo de la Liga)
2-0 a Sarmiento (19 de marzo, Torneo de la Liga)
1-0 a Unión (31 de marzo, Torneo de la Liga)
3-0 a Huracán (9 de abril, Torneo de la Liga)
3-0 a Gimnasia (13 de abril, Torneo de la Liga)
1-0 a Newells (16 de abril, Torneo de la Liga)
4-2 a Sporting Cristal (19 de abril, CONMEBOL Libertadores)
2-0 a Independiente (23 de abril, Torneo de la Liga)
2-0 a Fluminense (7 de junio, CONMEBOL Libertadores)
4-1 a Banfield (12 de junio, Torneo de la Liga)
1-0 a Defensa (17 de junio, Torneo de la Liga)
3-1 a Instituto (22 de junio, Torneo de la Liga)
2-0 a The Strongest (27 de junio, CONMEBOL Libertadores).