Coco Gauff (N°12 del ranking) es una de las tenistas con mejor presente dentro del circuito. El pase a los cuartos de final en el US Open confirma y reafirma los resultados que ha obtenido a lo largo de los meses. La final en Roland Garros, su ascenso al N°1 en dobles y las múltiples instancias decisivas que jugó en el WTA Tour son prueba de ello. Sin embargo, cuando estaba lejos de los flashes, un deportista creyó particularmente en su potencial: Nick Kyrgios.
"Sé que hace cosas en la cancha que a la gente no le agrada. Yo tampoco estoy de acuerdo en algunas cosas. Pero hay acciones, como pelotear con un niño, que son más importantes para mí. Esa es la razón por la que siempre lo apoyaré: cada vez que lo veo, está diciéndole hola a todos", explicó la estadounidense que se metió entre las últimas ocho del US Open con victorias en sets corridos, la última de ellas ante Zheng Shuai por 7-5 y 7-5.
"Esos son los momentos que la gente no ve sobre él. Por eso se lo pinta como un 'chico malo'. Es diferente lo que se ve en las prácticas, por lo menos esa es mi experiencia con él". Cuando tenía 13 años, Gauff tuvo la oportunidad de entrenar por primera vez con el australiano. Al año siguiente, la sorpresa fue aún mayor porque Kyrgios terminaba una sesión de dos horas de práctica ante Frances Tiafoe y, pese a ello, accedió a un entrenamiento con la joven durante una hora más.
"Pienso que al final, [Kyrgios] me ha ayudado a mejorar como jugadora", lanzó en conferencia de prensa en Flushing Meadows. "Él dijo cosas buenas sobre mi juego. En eso momento, yo pensaba 'Nick Kyrgios cree que soy una buena tenista'. Así que con eso empecé a creerlo y a ganar confianza", sentenció.
En la próxima ronda buscará el pase a las semifinales del último Grand Slam del año ante otra de las jugadoras con mejor presente en la gira: Caroline Garcia (17ª).