Carlos Alcaraz llegó a Paris con dudas sobre su estado físico, tras haberse visto mermado en Madrid y privado de Roma, pero en su primer contacto ante los medios en la capital francesa quiso enviar un mensaje de confianza. "Estoy cada vez mejor, golpeo a la bola sin dolor", aseguró, y añadió: "Este torneo es importante, así que como me iba sintiendo mejor, hace una semana que decidí venir. El entrenamiento aquí ha ido bien, así que todo va por el buen camino".
Alcaraz reconoció que todavía siente cierta aprensión cuando golpea de derecha, justo el problema que dijo sentir en Madrid, pero como no tiene dolor, lo minimizó. "Estoy mejor, eso ayuda a intentar no pensar en ello, le pego más fuerte, con más intensidad a la derecha que en Madrid. Pero lo sigo pensando cuando golpeo, lo tengo que trabajar en los entrenamientos. Pero las cosas están yendo bien dentro y fuera de la cancha con el antebrazo. Tengo que confiar en el trabajo de mi equipo", afirmó.
Aseguró que su recuperación ha sido evolutiva y que ha ido subiendo en intensidad. El número 3 del mundo reconoció que llega a Roland Garros con menos partidos de los que le hubiera gustado sobre polvo de ladrillo, pero afirmó que, a diferencia de otros tenistas, no necesita mucho rodaje para encontrar su mejor nivel. "Estoy entrenando bien, voy ganando en confianza y no necesito tanto los partidos para estar al cien por cien. Tras esta semana aquí estaré listo para un primer partido al máximo nivel", indicó el español, que iniciará ante JJ Wolf.
Como ya hizo en Madrid, Alcaraz aseguró que necesita ganar en eficacia y no buscar tanto la espectacularidad en el juego, aunque debe buscarlo sin perder la esencia: "La mia es intentar hacer cosas diferentes, impresionar a la gente, hacer cosas que normalmente no se ven. Es algo que no quiero perder. Sin perder eso, tengo que aprender lo otro, eso sería lo perfecto", indicó.
Semifinalista de la pasada edición, cuando cayó frente al serbio Novak Djokovic, que terminó levantando el trofeo, el español cree que este Roland Garros está más abierto, sin un claro favorito, y consideró eso positivo: "Lo bonito que tiene el tenis ahora es que hay un amplio abanico de jugadores que te puede ganar un torneo. Ves los partidos sin saber lo que va a pasar. Eso es bonito, no saber quién va a ganar, quién estará en la final", dijo.
Pero enumeró a cuatro favoritos, entre ellos su compatriota Rafael Nadal, "que siempre está ahí", pero también su rival de primera ronda, el alemán Alexander Zverev. A ellos sumó el italiano Jannik Sinner, número 2 -"aunque venga de una lesión le veo capaz de ganar", dijo- y al número 1, Djokovic. "No tengo un favorito claro para ganar el torneo, hay un amplio abanico", insistió.