La suerte, al igual que en Wimbledon, volvió a estar del lado de Solana Sierra (70° del ranking mundial), quien había perdido en la ronda final de la qualy y fue una de las lucky loser que ingresó al cuadro principal. Justamente se enfrentó a una tenista que también cayó en la clasificación y entró por la misma vía: la joven Iva Jovic (91°).
Sin embargo, a diferencia de lo hecho en el All England, donde arribó a los octavos de final, Sierra no pudo pasar más allá de la primera ronda, ya que fue derrotada por 6-3 y 7-6 (4), en una hora y 40 minutos de juego.
La jugadora oriunda de Mar del Plata estuvo lejos de mostrar una versión similar a lo hecho en las últimas semanas en el circuito profesional. Nunca logró sentirse cómoda en el juego, se la vio incluso muy apresurada en terminar los puntos, lo que la llevó a cometer una gran cantidad de errores no forzados.
Del otro lado, la jugadora local, de apenas 17 años, mostró más paciencia y una prolijidad digna de enmarcar en cada uno de sus impactos, lo que la llevó a vencer en sets corridos a Sierra y meterse en la segunda ronda del WTA 1000. Pese a una pequeña reacción de la sudamericana en el segundo set, que perdía 3-5 y salvó match point en ese turno saque, Jovic fue justa vencedora.
Con esta victoria, la promesa del tenis estadounidense se medirá en la próxima instancia ante la tenista checa Linda Noskova, actual 23° del mundo, quien avanzó por bye la ronda uno. Solana, por su parte, caerá virtualmente hasta el 74° puesto del ranking. ¿Próximo objetivo? El US Open, nada más y nada menos.
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