El 1977 quedará en la historia de Guillermo Vilas como el mejor año de su carrera tenística, pero no sólo por haber obtenido 16 títulos ATP (entre ellos Roland Garros) en una sola temporada, récord que comparte con Rod Laver y Illie Nastase, sino por haberse coronado como uno de los mejores en su momento tras consagrarse campeón del US Open ante el norteamericano Jimmy Connors.
Cambiaría la historia del tenis argentino. El 2-6, 6-3, 7-6 (4) y 6-0 para que, por primera vez, un jugador albiceleste se alce en el último Grand Slam de la temporada.
Un sólo set perdió aquel imbatible Vilas en todo el certamen, donde se impuso ante jugadores de jerarquía como Manolo Santana, Gene Mayer, Victor Amaya, José Higueras, Raymond Moore y Harold Solomon.
Además logró quitarse el fantasma de las semifinales perdidas en 1975 y 1976, donde cayó ante el español Manuel Orantes y el propio Jimmy Connors respectivamente, con quien se tomaría revancha.
Lo curioso es que justamente esa edición fue la última que se llevó a cabo en las inmediaciones de Forest Hills y sobre polvo de ladrillo. En la temporada siguiente se mudaría a la actual cede en Flushing Meadows y se pasaría a jugar sobre cancha rápida como se lo conoce hoy en día.
El oriundo de Buenos Aires finalizaría la temporada con 136 victorias, de las cuales 47 fueron consecutivas, y apenas 14 derrotas (efectividad del 90%), cifras que hasta el momento nadie pudo igualar.
