Luego de asegurar su merecido lugar en el Salón Internacional en la Fama del Tenis, el suizo Roger Federer ofreció una interesante entrevista acerca de los momentos más importantes de su carrera, destacando la derrota contra el argentino Juan Martín del Potro en final del US Open 2009 como el partido que le gustaría volver a jugar.
Pese a protagonizar inolvidables batallas ante el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic, sus máximos rivales durante prácticamente dos décadas, "Su Majestad" no dudó en recordar aquella decepción en Nueva York, donde registraba cinco títulos al hilo y sucumbiría 7-6 (2), 7-6 (1), 4-6 y 7-5 versus el prometedor tandilense, de apenas 20 años en ese entonces, en más de cuatro horas de peloteo.
"Debería haber ganado. En ese momento tuve un dolor en la espalda durante el calentamiento y luego desperdicié muchas chances. Ese fue uno de los partidos que no debería haber perdido. También rompió mi racha en el US Open", confesó el ex número 1 del mundo, 20 veces campeón de Grand Slam y retirado en septiembre de 2022, en el marco de la Laver Cup, en declaraciones al medio Tages Anzeiger
Por otro lado, el nacido en Basilea reveló por qué la caída contra el zurdo manacorí en Wimbledon 2008, considerada por muchos como la mejor definición de todos los tiempos, no la sufrió del mismo modo pese a interrumpir otra racha de cinco consagraciones en fila: "Cada vez que una racha estaba al límite, todo se volvía aún más grande. Pero en Wimbledon de cierto modo debía suceder así. Rafa lo merecía tanto. Por eso después pensé: 'está bien'. Pero contra del Potro debería haber ganado".
Por último, aquel que alzó 103 trofeos en su trayectoria evocó otro inesperado resultado al referirse a la derrota en Wimbledon 2019 frente al legendario balcánico, luego de desperdicir dos championship points: "Sorpresivamente esa no me molestó tanto. No lo sé por qué. Quizás por los chicos. Quizás porque había vencido a Rafa en semifinales. Pero sentí que ya estaba, que había jugado un gran torneo, era una lástima que perdiera y seguí adelante. Lo analicé con total objetividad para mí mismo. En los siguientes días tuve flashbacks ocasionales, pero nunca más después de eso".
"No fue traumática para mí. Me dije a mí mismo: 'desde ahora solo es un buen recuerdo'. Lo último que quería era volverme loco por eso. No lo merecía porque realmente jugué bien. Aún recuerdo volviendo a casa después de la final y los chicos corriendo hacia mí. Les dije que necesitaba cinco minutos. Necesitaba desahogarme un rato y acostarme en la cama. Luego bajé al living, donde había 30 personas, y tuvimos una buena tarde juntos", concluyó Federer, que finalmente terminaría 23-27 en el historial ante 'Nole'.