Novak Djokovic, cuyo visado fue anulado por segunda vez el viernes, fue transferido este sábado a un hotel que sirve como centro de detención de inmigrantes en Melbourne tras reunirse con los abogados que le representan.
El deportista balcánico llegó al Hotel Park, donde ya pasó recluido del día 6 cuando se le anuló el permiso de entrada por primera vez hasta este lunes, vistiendo un chándal verde y una mascarilla facial, confirmó en imágenes el canal público ABC.
Djokovic tenía permiso para reunirse esta mañana con los abogados que le representan y tratar los argumentos con los que buscan apelar la decisión tomada ayer por el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, que decidió revocar el permiso de entrada de Djokovic.
De momento, no han trascendido las conversaciones entre el balcánico y sus representantes legales que se prolongaron varias horas.
Alrededor de las 14:45 hora local (03:45 GMT, del viernes) dos vehículos salieron de la oficina de los abogados, y en uno de ellos viajaba un hombre vestido con ropa verde y que se tapaba la cara y orejas con una gorra ante la presencia de los medios.
Menos de una hora después, los medios locales captaron la entrada de Djokovic al hotel utilizado por Inmigración. Según la orden judicial emitida anoche por el Tribunal del Circuito Federal de Melbourne -que transfirió el caso a un tribunal de mayor instancia- Djokovic, de 34 años, podría ser detenido a la conclusión de su cita con los letrados.
El deportista pasará la noche en este centro, donde también permanecen retenidos desde hace años inmigrantes indocumentados y que es afamado por sus escasas condiciones de confort, antes de la vista programada mañana a las 9:30 hora local (22:30 GMT, del sábado) frente al Tribunal Federal para tratar con urgencia la posible deportación del balcánico.
En un documento de 258 páginas presentado ante el tribunal, el ministro de inmigración australiano denunció que la presencia de Djokovic puede "conducir a un aumento del sentimiento antivacunas en la comunidad" lo que podría derivar en disturbios, como los registrados previamente en Melbourne.
Djokovic viajó el 5 de enero a Melbourne desde España con una exención médica para no estar vacunado, al haber estado contagiado de la covid-19 recientemente, aunque a su llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron.
El lunes, un tribunal ordenó la liberación del tenista tras entender que no se le había tratado con "equidad", pero ayer el ministro volvió a cancelar el visado y los abogados de Djokovic a su vez apelaron la decisión que podría llevar a su deportación.
Se desconoce de momento si podrá participar en el torneo del Abierto de Australia, que comienza el lunes, y en cuyo partido de primera ronda se enfrentaría a su compatriota Miomir Kecmanovic.