Las despedidas consisten en aquellos momentos tristes que nadie quiere afrontar, algo que inevitablemente experimentó el tenista austriaco Dominic Thiem (210°) este lunes, cuando cayó 6-4, 6-4 y 6-2 contra el local Ben Shelton (13°) en primera ronda para marcar su última presentación en el US Open.
No obstante, el ex número 3 del mundo, que había recibido una invitación de la organización para participar por décima ocasión en el cuadro principal, valoró su "Last Dance" en el Arthur Ashe: "He intentado disfrutar y absorber cada momento en este estadio. Ha sido increíble. He podido concentrarme, pero obviamente ya no tengo el nivel que se necesita para enfrentar a jugadores como Ben. Lo sabía desde antes, así que he tratado de disfrutar lo máximo posible".
"Estoy feliz. He sufrido bastante en los últimos años, especialmente desde que no pude volver a mi nivel. Fui capaz de prepararme para este nuevo capítulo que llegará pronto. Siempre me ha gustado mucho jugar en el circuito y he sido muy paciente con eso, pero también me ha gustado disfrutar en casa todo lo posible. Siempre he esperado este momento, que llegue la vida normal. Así, no es tan difícil para mí”, extendió el campeón de 2020, cuando remontó versus el alemán Alexander Zverev en una inolvidable definición.
En sintonía, el nacido en Wiener Neustadt, de apenas 30 años y dueño de 17 títulos, confesó que es lo que más extrañará de la competencia: "La sensación tras ganar un buen partido no se compara con nada. Fuera del tenis no existe esa sensación porque es una gran euforia, similar a estar un poco drogado. Sé que probablemente ese sentimiento no lo volveré a experimentar".
"La sensación, sobre todo con la derecha, nunca volvió a ser la de antes. Sufrí mucho mentalmente porque es difícil de aceptar. Me retiro principalmente por la mala suerte que tengo con mi lesión de muñeca. Pero estoy muy feliz con la carrera que he tenido, nunca esperé que fuese a tener tanto éxito. No me arrepiento de nada y estoy bien con eso", prolongó el finalista en Roland Garros 2018 y 2019, y Abierto de Australia 2020.
Por último, Thiem, quien recibió un emocionante homenaje en la cancha principal neoyorquina, recordó su gran desempeño versus el Big 3: "Son memorias increíbles. En aquel entonces era muy importante saber que podía ganarle a los mejores y que no fuese cosa de una vez. Siempre era en una ronda tardía del torneo, así que cada triunfo contra ellos fueron especiales".