Mientras cumple la suspensión de tres meses por el positivo de dopaje por clostebol que se le detectó en los análisis a los que se sometió en marzo del pasado año, en Indian Wells, Jannik Sinner disfruta de las mesas y sobremesas.
El vigente bicampeón del Abierto de Australia se lo había visto en un centro de esquí y en un evento organizado por la marca de lujo Gucci en Milán.
Se lo vio sellar una amistad incipiente con el serbio Dusan Vlahovic, jugador de Juventus, y ahora compartió una comida con un excolega en Monte-Carlo: Dominic Thiem.
También estuvo Moritz Thiem (su hermano) y empezaron a circular rumores. El austriaco, ya retirado, le puede servir de gran preparación para la gira de polvo de ladrillo (su regreso será en el Masters 1000 de Roma) tanto como sparring como de coach. ¿Será la primera vez del austríaco desde el banco?
Sinner y Thiem nunca se cruzaron en una cancha pero evidentemente hay algo que los une aunque seguro no es el revés a una mano. El tiempo dirá.
