Tsitsipas, en modo aplanadora: venció a Borges y se ilusiona con la cuarta corona en Monte-Carlo

¿Puede un 6-1 y 6-1 en 67 minutos ser un resultado algo engañoso? Parece muy difícil. Sin embargo, si uno se queda únicamente con el resultado en el triunfo de Stefanos Tsitsipas (8º) ante Nuno Borges (43º) puede imaginar que se trató de una paliza de principio a fin. De un encuentro en el que no hubo equivalencias. Y, en este caso, no ocurrió eso, al menos durante el primer set y el comienzo del segundo. Si bien el griego fue quien hizo todos los méritos para llevarse el boleto a los cuartos de final del Masters 1000 de Montecarlo, lo cierto es que la gran diferencia sucedió en los puntos importantes y en el tramo decisivo.

Mientras que el heleno apretó el acelerador cada vez que generó una chance de quiebre (tomó seis de las siete chances), el portugués no pudo lastimar y sumar los porotos cuando contó con las oportunidades. Tanto es así que por mérito de Tsitsipas como por errores propios, Borges aprovechó apenas uno de los seis break points. Claro, con sólo tres tiros ganadores (todos en la manga inicial) se le hizo muy complejo presentar batalla.

Tsitsipas, campeón defensor en el Principado, dominó el juego a través de la inteligencia táctica. Siempre un paso adelante, se destacó en el duelo de revés a revés. Además, tomó la iniciativa cada vez que pudo, se hizo fuerte defendiendo desde la base, cambió direcciones y velocidad con los dropshots y buscó lastimar con la derecha paralela. Más allá de que redondeó un 57% de primeros saques (ganando el 72%), ese golpe le funcionó en los momentos de tensión.

Por su parte, Borges tuvo números muy bajos al servicio. Pese a haber jugado con un 63% de primeros, sumó solo en el 41%. Para colmo, con el segundo, las estadísticas son peores: un magro 35%. Así, el luso fue perdiendo las esperanzas y en los últimos cuatro games se notó la diferencia de intensidad entre ambos.