La carrera de Christian Miniussi no pasó desapercibida. Jugador de Copa Davis (disputó 12 partidos), ganó cinco títulos en dobles y además fue medallista en Juegos Olímpicos. Y entre esos logros, una curiosidad: fue el primer argentino campeón ATP como lucky loser. Además, su único título en el circuito llegó en canchas duras.
En San Pablo, en 1991, fue triunfo por 2-6, 6-3, 6-4 ante Jaime Oncins en la final, para ser hoy uno de los nueve "perdedores afortunados" en consagrarse campeón en toda la historia ATP. "Era el último torneo del año y eso da oportunidades porque muchos llegan cansados. Es un buen momento para estar atento", recuerda Minu. "Se me alinearon los planetas porque Thomas Muster no estaba bien de la espalda y me quedó ese lugar. Fue raro ganar en cancha rápida porque me veía mejor en tierra, pero esa gira era ideal para jugarla. Lo malo es que al ser el último torneo del año empezaron las vacaciones y no pude seguir con ese envión y confianza".
El nacido el 5 de julio de 1967 y surgido en Adrogué Tennis Club también tuvo su chance de título sobre arcilla unos meses más tarde. En febrero de 1992, enfrentó a Tomás Carbonell en la final de Maceió pero fue 7-6 (14), 5-7 y 6-2 para el español. "Podría haber sido para cualquiera de los dos. Era una locura el calor que hacía, todos los días hizo 45° y yo venía de jugar partidos largos".
Ese mismo año alcanzó octavos de final de Roland Garros, su mejor actuación en torneos del Grand Slam. "Era muy irregular, por la cabeza. Muy pocos momentos de pasarla bien y con confianza". Pero aquel 1992 fue inolvidable porque también llegó a cuartos de final en Roma (cedió contra el N°1 Jim Courier, luego campeón), para, a esa altura, alcanzar su mejor ranking (57°) y además ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Barcelona junto a Javier Frana.
El campeón del Banana Bowl como junior en 1982, supo vencer a dos grandes campeones como el argentino Guillermo Vilas y el ecuatoriano Emilio Gómez y jugó un total de 11 series de Copa Davis entre 1986 y 1992, incluyendo la semifinal de 1990. Y fue Top 40 en dobles aunque nunca fue su prioridad. "Me catalogaban de doblista porque me convocaban a la Davis o incluso a Juegos Olímpicos por el dobles, y además tenía más títulos. Pero me gustaba dedicarme al single, de hecho tiré un montón de partidos para poder llegar a jugar las quallies el sábado"...