Con trabajos físicos y también de tenis comenzó otra mini pretemporada de Diego Schwartzman, ahora en el verano caribeño.
El argentino ya se encuentra en Albany, comunidad turística ubicada en la Isla Nueva Providencia en Bahamas, junto a su equipo de trabajo (su coach Juan Ignacio Chela y su preparador físico Martiniano Orazi) y su novia (Eugenia De Martino) y las primeras sensaciones son buenas pero extrañas.
"¡Mucho calor!", asume desde allá, donde las temperaturas superan los 31°C, ante la consulta de ESPNTenis.com, mientras grafica la nueva normalidad. "Hay cuarentenas a partir de ciertos horarios, barbijos obligatorios en lugares cerrados y los fines de semana solo se puede salir a lugares esenciales".
Bahamas totaliza 447 casos de coronavirus y 11 fallecidos y está flexibilizando las condiciones para recibir turismo extranjero. Como contrapartida, la zona está en alerta de tormenta tropical con posibilidad de huracanes durante el próximo fin de semana.
Esta semana se anunciaría la confirmación de los torneos en los que regresaría el tenis masculino y, si bien fue cancelado el ATP de Washington, todo indica que la acción oficial regresará en Estados Unidos mismo.
Cincinnati y el US Open, ambos a jugarse en Nueva York desde el 22 de agosto hasta el 13 de septiembre, deberían ratificarse esta semana. El surgido en Náutico Hacoaj (13° del ranking mundial) está a la expectativa. "Me quedaré en Bahamas hasta que se confirmen del todo los torneos en Estados Unidos y poder ir para allá".
Cabe recordar que, de mejorar la tercera ronda de Cincinnati o los cuartos de final de Flushing Meadows, podría acercarse al Top 10. De lo contrario, seguirán estando computadas en el ranking las actuaciones de 2019.
¿Y después? De poder presentarse, sus segundas rondas en el Masters 1000 de Madrid y en Roland Garros en 2019 lo invitan a soñar con sumar buenos puntos. En cambio, tendrá poco margen en Roma, en donde debe ser finalista para puntuar. Tampoco descarta estar en Kitbuhel, torneo que abrirá la acción en Europa (8 de septiembre) y coincide con la segunda semana del US Open.
Sin embargo, la obligatoriedad, o no, de hacer cuarentena en Europa luego de jugar en Estados Unidos también forma parte de la incertidumbre.