Nick Kyrgios, de 26 años y actualmente número 58 del ranking mundial, volvió a competir en Estados Unidos tras casi dos años de ausencia y lo hizo de la mejor manera: venció 7-6 (4) y 6-3 al sudafricano Kevin Anderson y avanzó a segunda ronda en el ATP 250 de Atlanta.
La última vez que el nacido en Canberra había disputado un torneo en suelo norteamericano había sido en 2019, cuando cayó ante el ruso Andrey Rublev en tercera ronda del US Open. De ahí en más, con la pandemia de por medio, solo se había presentado en nueve ocasiones, aunque jamás allí.
El debut del seis veces campeón en el máximo nivel fue fiel a su estilo: potente y preciso servicio, saques de abajo, gran willys y winners de todos los colores, ante la incrédula mirada del ex raqueta 5 del planeta. No obstante, lo más curioso sucedió en el punto de partido, cuando se acercó a un espectador y le consultó hacia donde servir. Tras la respuesta del aficionado, quien portaba una gorra de su fundación, el residente de Nassau obedeció y festejó el triunfo.
Vale destacar que el australiano de 193 centímetros juega por tercera vez el torneo estadounidense: en 2016 se consagró campeón, al vencer al local John Isner en la instancia decisiva, y en 2018 sucumbió en cuartos de final, frente al británico Cameron Norrie.