No está siendo una temporada fácil para la japonesa Naomi Osaka, N°38 del ranking. La ex-N°1 WTA, cuádruple campeona de Grand Slam, llegó a París con la ilusión de conseguir un buen resultado en Roland Garros. Sin embargo, luego de haber superado una lesión en el tobillo izquierdo que la obligó a bajarse de Roma, no pudo ganar en su debut y quedó eliminada ante la estadounidense Amanda Anisimova, la N°28, por 7-5 y 6-4.
La irregularidad de la japonesa prima hoy en día. En la presente temporada jugó seis torneos (Melbourne, Australian Open, Indian Wells, Miami, Madrid y Roland Garros). Llegó a una final y una semifinal. En el resto de los torneos, no pudo pasar de tercera ronda (una vez alcanzó la tercera instancia, dos veces perdió en segunda ronda y en París fue derrotada en el debut). El saldo total le da un récord de 13 victorias y seis derrotas en 2022.
Esta poca constancia también la lleva al plano de los Majors. En toda su carrera, jugó 22 Grand Slams. Fue campeona en cuatro oportunidades (Abierto de Australia 2019 y 2021 y Abierto de los Estados Unidos en 2018 y 2020). En sus otras 18 participaciones, nunca pasó de octavos de final.
Desglosando estos números, y quitando los torneos en los que levantó el trofeo, se metió dos veces en cuarta ronda, perdió 11 partidos en tercera rueda, en dos ocasiones se despidió en segunda y en tres oportunidades no pudo superar el debut.
Aunque ya se trate de una jugadora más que experimentada, Osaka tiene apenas 24 años y toda una carrera por delante. Nadie duda de sus condiciones tenísticas y es solo cuestión de tiempo para que se reencuentre con su mejor versión y vuelva a dar pelea en los primeros puestos del ranking mundial.