En el Gran Premio de Austin 2024, Red Bull, con Checo Pérez y Max Verstappen, tienen la misión de mejorar en la pista y recortar la desventaja en el campeonato de constructores.
AUSTIN, Texas.- En la Fórmula 1, todo gira alrededor de Red Bull este fin de semana que se corre el Gran Premio de Austin: que si hacen trampa con un dispositivo que sube y baja la altura del auto; que si las actualizaciones del auto los pondrán de vuelta; que si Sergio Pérez está bajo presión; que si Liam Lawson es el nuevo Daniel Ricciardo en todos los sentidos. Lo único que saca al paddock en Texas de la monotonía redbulliana es Franco Colapinto.
El escándalo del ‘Bib’, el rake y la altura de los Red Bull
Vayamos por partes, la acusación, claramente hecha por McLaren, en el sentido de que Red Bull utiliza un dispositivo para variar la altura de sus monoplazas entre calificación y carrera, para encontrar mejor rendimiento, está en investigación, pero el equipo que dirige Christian Horner lo niega todo… y tiene argumentos.
Aunque Zak Brown fue muy enfático en que debe hacerse justicia y Lewis Hamilton dejo ir una sospecha de que incluso con esas mañas “han ganado títulos”, la realidad es que todo mundo sabe que Red Bull ha tenido, desde hace por lo menos tres años.
Los monoplazas de Red Bull tienen dos formas de variar altura del piso, una es externa, pero tienen una más precisa que requiere que se quite la nariz, se remuevan los talones de los pedales y que un mecánico se tire de cabeza en el cockpit para cambiar (que es por milímetros), pero requiere de que otro mecánico esté por fuera con una herramienta para calibrar en donde estaba la nariz, porque esa pieza se ubica en la quilla o “BIB” que está al final del piso.
En teoría, un mecánico fue visto dentro del cockpit de un Red Bull ajustando los cinturones de seguridad (esa es la versión de Red Bull) y eso se interpretó como que así hacían trampa, pero no le habían quitado la nariz al auto ni el soporte de los talones de los pedales.
Ese dispositivo fue puesto a disposición de FIA hace años y compartido con planos para que los otros equipos, que lo desearan lo copiaran.
La verdad es que la guerra política y los golpes bajos en la F1 se ha desatado. A McLaren no le gustó que se prohibiera su alerón trasero, ese que los hizo inalcanzables en la recta Baku y, como es natural, tratan de encontrar algo en sus rivales que pueda estar fuera de reglamento.
Red Bull parece estar de regreso
Muchos pensábamos que Red Bull llegaría con actualizaciones radicales a Austin, pero en realidad, son las mismas que se han utilizado desde Azerbaiyán, y que para Checo Pérez probaron ser efectivas.
Austin es un pista más convencional que Baku o Singapur y con algunos ajustes, esos ‘updates’ eran la esperanza de que el RB20 pudiera de nuevo ponerle cara MCL38.
En primera instancia y basados en la gran calificación de Max Verstappen para la Sprint, los cambios han funcionado o están en buen camino, como lo dijo Helmut Marko el viernes para ESPN.
En el auto de Checo Pérez esto no fue tan evidente, pero el mexicano dijo que hay buen ritmo de carrera.
Si Verstappen puede mantener un ritmo similar de aquí al fin de año, Lando Norris y McLaren pueden olvidarse de perder tiempo en diseñar una gorra de campeón 2024.
Presión para Checo Pérez y la llegada de Lawson
No empezaron muy bien las cosas para el mexicano Checo Pérez en este fin de semana que él mismo denominó como “crucial”, ya que quedó fuera de la Q3 de la calificación de la Sprint, mientras que un Racing Bull, el de Yuki Tsunoda sí lo hizo.
Ahora, como lo fue con Daniel Ricciardo, se habla de Liam Lawson como el piloto de la organización de Red Bull que será evaluado para una eventual sustitución en el equipo grande, en caso de que Checo Pérez no diera los resultados esperados en lo que resta de la temporada.
Eso, es sólo un rumor, Checo Pérez tiene un contrato firmado y la la firme convicción de hacerlo valer. El mexicano ha estado en situaciones similares, donde se cuestiona su permanencia y Red Bull siempre lo ha respaldado, sobre todo porque los resultados llegan.
Una vez que caiga la bandera a cuadros el domingo, será momento de evaluarlo, ahora es muy pronto y Checo siempre hace valer el beneficio de la duda.
Francomania o Colapintomania
Austin se ha convertido en una Pequeña Buenos Aires. La pasión albiceleste se ve en el paddock con jerseys de la selección y muchos aficionados que corren para buscar la selfie con el joven Franco Colapinto.
Este chico que es una bocanada de aire fresco para la categoría no deja de sorprender con sus actuaciones, para empezar se metió a la Q3 de la Sprint y, aunque se dio un trompo, volvió a superar a su coequipero en Williams, Alex Albon.
Colapinto ya empieza a resentir las consecuencias de la fama, las muchas entrevistas, pero todavía es un joven que cuando habla dice lo que siente.
Así como Checo Pérez tiene Austin como su segunda o tercera o cuarta casa, luego de México, Miami, Las Vegas, Colapinto corre por primera vez en el continente americano y el apoyo ha llegado por montones.
Los pilotos latinoamericanos le dan vida a la F1 y Colapinto además lo respalda con manos.