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¿Cuáles son los mejores desempeños sudamericanos en la historia del Australian Open?

A lo largo de la historia han sido pocos los tenistas sudamericanos que lograron destacarse en el Abierto de Australia, torneo en que el argentino Guillermo Vilas grabó a fuego su nombre con dos consagraciones en singles.

El primer representante albiceleste en pisar terreno oceánico sería justamente el zurdo marplatense, quien en enero de 1977, partiendo como mejor sembrado al posicionarse en el sexto escalafón mundial, alcanzaría la final sobre césped, tras eliminar al local Paul McNamee, al estadounidense Nick Saviano, al puertorriqueño Charlie Pasarell, y a los locales Ross Case y John Alexander para citarse frente al estadounidense Roscoe Tanner, quien lo vencería por 6-3, 6-3 y 6-3.

No obstante, el ex número 2 del ranking y 62 veces campeón ATP, 16 en un inolvidable 1977, cuando se proclamó en Roland Garros y US Open, entre otros, se sacaría el mal trago por duplicado porque en 1978 y 1979 levantaría el ansiado trofeo al batir en el juego decisivo al australiano John Marks y al estadounidense John Sadri, sexto en el ordenamiento, respectivamente.

El cordobés David Nalbandian, que ostenta el ATP Finals 2005 como su coronación más preciada, también disfrutó un alto rendimiento en el Major inicial, principalmente en 2006, edición en que el chipriota Marcos Baghdatis le truncaría el sueño en semifinales al remontar un increíble partido para festejar 3-6, 5-7, 6-3, 6-4 y 6-4 en tres horas y 27 minutos de batalla.

El exclusivo podio lo completa el tandilense Juan Martín Del Potro, medallista olímpico en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, que avanzó hasta cuartos de final en 2009 y en 2012, cuando el suizo Roger Federer, en ambas oportunidades, le impidió prolongar su aventura australiana.

La nación "Roja" también puede darse el lujo de presentar performances hasta las últimas rondas, producto de que Marcelo Ríos y Fernando González superaron a sus seis contrincantes previo a las finales en 1998 y 2007, respectivamente, instancia en que no lograron confirmar su nivel: el zurdo, que tenía 22 años y alcanzó la cima del escalafón unos meses después, sucumbió 6-2, 6-2 y 6-2 ante el checo Petr Korda, padre de Sebastian, mientras que el diestro, de 27 abriles en ese entonces, que en Atenas 2004 se colgó la presea bronceada en singles y la dorada en dobles, junto a su compatriota Nicolás Massú, y en Beijing 2008 la plateada en individuales, cayó 7-6 (2), 6-4 y 6-4 contra el asombroso Federer.

En la rama femenina individual sobresale la eficiencia de la argentina Gabriela Sabatini, nacida en 1970 y 27 veces campeona en el circuito WTA, una en Majors, que registró semifinales en 1989, 1992, 1993 y 1994, etapas en que cayó ante la alemana Steffi Graf, la estadounidense Mary Joe Fernández, la serbia Monica Seles y la española Arantxa Sánchez Vicario, correlativamente.

Ya en dobles masculino, el brasileño Bruno Soares asumió la responsabilidad nacional, en conjunto con el británico Jamie Murray, hermano de Andy, superando 2-6, 6-4 y 7-5 al canadiense Daniel Nestor y al checo Radek Stepanek en 2016 para erigirse como el rey absoluto en el caluroso cemento.

Cabe destacar el papel del "Colombian Power", dúo conformado por los legendarios Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, que abandonaron la práctica profesional a mediados de 2023, quienes accedieron hasta la final en 2017, edición en que cedieron 6-4 y 6-4 contra el austriaco Oliver Marach y el croata Mate Pavic.

En dobles femenino, la argentina Paola Suárez, junto a la española Ruano Pascual, se llevó el premio mayor en 2004, tras sucumbir la temporada anterior en el encuentro decisivo, así como su compatriota Gisela Dulko, en pareja con la italiana Flavia Panetta, arrasó en 2011, mientras que la brasileña Beatriz Haddad Maia, en dupla con la kazaja Anna Danilina, falló en la definición 2022.

Por último, los brasileños Rafael Matos y Luisa Stefani izaron bien alto su bandera en 2023, venciendo a los indios Rohan Bopanna y Sania Mirza en dobles mixtos, modalidad en que los argentinos Gastón Etlis y Paola Suárez, en 2002, el brasileño Soares con la rusa Elena Vesnina, en 2016, y el colombiano Cabal con la estadounidense Abigail Spears, en 2017, no lograron sellar con broche de oro sus grandiosas actuaciones.