Quedó golpeado, en shock. Novak Djokovic, N°1 del mundo, admitió después de caer ante Lorenzo Sonego (42° del mundo) con un resultado lapidario que lo afectó haberse asegurado el objetivo ya de terminar 2020 en la cima del ranking de la ATP.
Djokovic sufrió su peor derrota en 15 años, con la caída por 6-2 y 6-1 en los cuartos de final del ATP 500 de Viena. El serbio decidió modificar su calendario al optar por ir a Austria para buscar los puntos necesarios para asegurarse cerrar 2020 como N°1 del ranking mundial, por delante del español Rafael Nadal. Y se bajó del Masters 1000 de París-Bercy, ya que no podrá sumar ya que fue campeón el año pasado.
"La verdad es que asegurarme el N°1 hasta final de temporada me afectó y condicionó en este partido. Sentí que ya había conseguido lo que había venido a hacer aquí, no tenía la energía necesaria y estaba cómodo", señaló el serbio, dueño de 17 copas de Grand Slam en singles.
"Estoy completamente sano y concentrado en llegar de la mejor manera posible a las Finales ATP en Londres", remarcó Djokovic, quien pretende cerrar este especial año, por la pandemia del Covid-19, de la mejor manera posible.
Y no dejó dudas sobre este encuentro ante el italiano. "Simplemente me sacó de la cancha. Eso es todo. Fue mejor en todos los aspectos del juego. Fue un partido bastante malo de mi lado, pero increíble por su parte. Se mereció esta victoria", concluyó.
Así, el europeo dejó en claro que el golpe fue inesperado, sobre todo por la forma en la que cayó en Viena. De hecho, no le pasó jamás antes ante un lucky loser, proveniente de la qualy, ni algo similar desde el Abierto de Australia 2005.