De entrada, hay de dejarlo claro: difícilmente la sangre llegue al río. Suena casi alocado pensar que Lewis Hamilton repentinamente se quede con seis títulos y Michael Schumacher vuelva a ocupar en soledad el sitial de máximo campeón de la historia de la Fórmula 1. Pero eso es lo que pretende Felipe Massa, quien elevó una demanda legal contra FIA y FOM para pedir ser reconocido como campeón del Mundial 2008.
El brasileño luchó por la corona de aquella temporada hasta el final, tanto que llegó a cruzar la meta del GP de Brasil, última cita, como campeón, porque su triunfo le daba la corona con el sexto lugar que obtenía el inglés con su McLaren. Pero Hamilton, ya en la pista mojada de Interlagos, superó a Timo Glock en el último puñado de curvas, fue quinto y conquistó así el primero de sus siete cetros. El reclamo del paulistano sobre el resultado final de la 59ª temporada del Mundial se basa en el GP de Singapur, la primera carrera nocturna de la historia de la Fórmula 1 que tuvo un desarrollo polémico con lo que luego fue conocido como Crashgate.
En la 13ª vuelta de la carrera en el urbano de Yas Marina, Nelsinho Piquet hizo un trompo con su Renault, se pegó contra el muro y obligó al ingreso del auto de seguridad. La situación trastocó completamente la carrera y favoreció a la estrategia de Fernando Alonso, compañero de Piquet, quien finalmente se quedaría con la victoria (marchaba 15º al momento de la neutralización). Un año después, el hijo de Nelson declaró públicamente que todo había sido un ardid orquestad por Flavio Briatore, quien dirigía al equipo del Rombo, y Pat Symonds, ingeniero que ocupaba el cargo de director técnico. Tras la investigación, Piquet recibió inmunidad por su declaración, Briatore fue suspendido de por vida y Symonds, por cinco años. Caso cerrado, pero…
15 años después, Bernie Ecclestone, el mandamás de la Fórmula 1 durante 40 años, confesó en una entrevista: “Teníamos suficiente información en ese momento para investigar el asunto. Según los estatutos, deberíamos haber anulado la carrera de Singapur en esas condiciones. Eso significa que no habría repercutido para la clasificación del campeonato, y Felipe Massa se habría convertido en campeón del mundo y no Lewis Hamilton”. La confesión fue un golpe absoluto para el paulistano, quien perdió el título por un punto y en Yas Marina se fue sin anotar, contra los seis que acumuló el británico con su tercer puesto. Los dichos de Ecclestone llevaron a Massa a comenzar su reclamo por el título.
Finalmente, el expiloto de Ferrari comenzó las acciones legales y ataca a dos frentes: FIA (Federación Internacional del Automóvil, que se encarga de fiscalizar el Mundial) y FOM (la empresa promotora del Mundial, hoy Liberty Media). Massa contrató abogados en Gran Bretaña, Brasil, Estados Unidos, Suiza y Francia.
“El Sr.Massa es el merecido campeón del mundo de 2008 y Fórmula 1 y la FIA ignoraron deliberadamente la conducta que lo dejó sin el título. Él es incapaz de cuantificar por completo las pérdidas económicas en estos momentos, pero se estiman por encima de decenas de millones de euros”, comunicaron los letrados del brasileño en una carta oficial. No se conoce la cifra de dinero que se reclama, pero el comunicado asegura que: “Esta cantidad tampoco cubre las pérdidas morales y de reputación que sufrió. Vamos a pedir una compensación por todos los daños, al igual que un reconocimiento, por todos esos actos ilegales, debería ser coronado campeón del mundo de 2008".
Se espera una respuesta de Liberty Media en los próximos días.