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Checo Pérez llega en su mejor momento al Gran Premio de México

Sergio Pérez tiene dos gritos de batalla, lemas que saca en sus peores y mejores circunstancias: "Lo mejor está por venir" y "Nunca rendirse". Los tuitea y postea en Instagram constantemente. Son los mottos de su gente y hoy por hoy parecen combinarse en el mejor momento del piloto de Red Bull, justo antes del Gran Premio de la Ciudad de México de Fórmula 1.

El mexicano llegó a cuatro podios en la temporada 2021, más que ninguna otra de sus 11 en la F1, y dos consecutivos, gracias al tercer lugar en Turquía y el mismo en el Gran Premio de Estados Unidos.

En la víspera del GP de México que será el 7 de noviembre en el Autódromo Hermanos Rodríguez, Checo Pérez ha tomado ritmo con el RB16B tan temido, ese auto que desde sus versiones anteriores ha devorado coequiperos de Max Verstappen.

Por alguna razón ligada al estilo agresivo de manejo y tremendo control del auto del neerlandés Verstappen, el monoplaza de Red Bull es una máquina de complejidad extraordinaria que pocos han podido "montar" y "domar" como para andar cerca del joven de 24 años, ahora líder del serial.

Pero Checo Pérez lleva cuatro carreras al hilo donde ha encontrado el ritmo de carrera y donde ha podido fructificar eso con trofeos.

En Austin, Texas ha sido la exhibición más redonda de Sergio Pérez en Red Bull, quizás más que en Bakú, donde se llevó la bandera a cuadros, porque en el Gran Premio estadounidense, Checo fue consistente en cada sesión, calificó en un sólido tercer lugar y mantuvo en carrera un paso superior a todos menos Lewis Hamilton y Verstappen, a pesar de no haber contado con hidratación desde la segunda vuelta, por una fuga en el sistema que procura líquidos al piloto dentro del habitáculo del auto. Algo así como correr un medio maratón sin probar una gota de agua a una temperatura superior a los 45 grados centígrados con el compromiso de estar enfocado, ser preciso y aguantar las fuerzas de gravedad (G) que someten a los músculos a una sesión de gimnasio de 90 minutos.

Podemos dar por descontado que Pérez superará su mejor posición de carrera en el Hermanos Rodríguez, la cual ha sido séptimo puesto, ya que llega en un auto con posibilidades reales de ganar, pero, además tiene la costumbre de cerrar fuerte en las últimas carreras del año.

Los retos de Checo Pérez no son pocos. Debe ser una herramienta útil para que Verstappen gane el título de pilotos, debe reducir a lo mínimo o si se puede rebasar a Valtteri Bottas en puntos para que Red Bull pueda hacerse del Campeonato de Constructores, y también mantener a raya al joven sensación Lando Norris, quien constantemente se le subido a la barbas en la temporada.

El rostro del tapatío de 31 años denota ahora confianza, gusto luego de bajar del auto, el cual maduró en sus manos hasta encontrarle el modo.

Checo es un piloto emocional que al sentirse apoyado saca de los autos más de lo que tienen. Ganar en México no es un utopía y ahora toman más sentido los "nunca rendirse" y que "lo mejor está por venir".