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Hewitt, la figura que ganó la Copa Davis y pretende repetir como capitán

Va por más. Va por el doblete, el triplete, en realidad. A los 42 años, Lleyton Hewitt, ex-N°1 del mundo y dueño de dos Grand Slam, quiere ganar otra vez la Copa Davis. Ya lo hizo como jugador en dos ocasiones y ahora pretende coronarse como capitán de la formación que se metió en la final en Málaga, tras superar 2-0 a Finlandia en la primera semifinal.

Este viernes, los Aussies sacaron boleto a la gran final del domingo. Alexei Popyrin puso en ventaja a su equipo al batir a Otto Virtanen por 7-6 (5) y 6-2 y después Alex De Miñaur se impuso a Emil Ruusuvuori por 6-4 y 6-3 para sellar así la serie y conseguir el pasaje a la final en Málaga, en la fase final del torneo en España, en cancha dura y bajo techo.

Australia, finalista en 2022, cuando cayó ante Canadá, busca su primera ensaladera de plata en 20 años. El rival del domingo sale del cruce de este sábado entre la Serbia de Novak Djokovic y la Italia liderada por Jannik Sinner.

Histórico campeón y animador de la mítica Copa Davis, Australia no logra este famoso trofeo justamente desde la edición de 2003. Es el segundo país más ganador de este certamen, el más importante del tenis masculino por conjuntos, con 28 títulos, solo detrás de Estados Unidos, campeón en 32 ocasiones.

Y Hewitt participó, con diversos resultados, en las dos coronaciones más recientes de los australianos. En 2003, de locales en Melbourne, superaron 3-1 a España en césped. Allí el aguerrido jugador, ahora capitán aussie, superó en el primer punto a Juan Carlos Ferrero, ganador ese año de Roland Garros, en un partido que remontó y cerró en cinco sets. Luego cayó Mark Philippoussis ante Carlos Moyá, ganó el dobles de Todd Woodbridge y Wayne Arthurs y definió Philippoussis sobre Ferrero. Por eso, no necesitó definir la serie contra Moyá.

En la anterior conquista, en 1999, en la victoria por 3-2 de visitante ante Francia, en Niza, sobre arcilla y bajo techo, Hewitt no pudo aportar ningún triunfo. Philippoussis doblegó a Sebastien Grosjean, luego el ganador del US Open 2001 y Wimbledon 2002 cayó frente a Cedric Pioline. Se impuso la dupla de Woodbridge y Mark Woodforde y resolvió la historia Philippoussis contra Pioline. Ya con la final definida, en duelo al mejor de tres sets y no de cinco, Hewitt cedió ante Grosjean.

Mirando hacia atrás, ya hay que remontarse a 1986 para encontrar el anterior éxito australiano en la Davis. Por eso, Hewitt quiere lograr una proeza que algunos sí pudieron, de festejar en la cancha como tenista y después también hacerlo en la función de capitán. "Cada partido de Copa Davis duele, da igual la ocasión, aquí el ranking no cuenta. Estos chicos se merecen los resultados después de todo el trabajo hecho", dijo. El desafío no es sencillo, pero sigue soñando despierto en Málaga.