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F1: ¿Por qué Checo Pérez quedó segundo en el GP de Emilia-Romagna?

Te explicamos las claves de por qué Checo Pérez terminó segundo en Imola

Checo Pérez tuvo una buena cosecha de puntos en Imola, literalmente el hogar de Ferrari, pues Maranello, la sede del equipo, está a muy corta distancia y en la misma región de Emilia Romagna.

Checo Pérez tuvo un buen fin de semana sobre el asfalto del Autódromo Enzo e Dino Ferrari, uno de los trazados de vieja escuela en el calendario de la Fórmula 1. Y la clave fue su fortaleza mental.

En la Sprint

Por diversas circunstancias, ajenas a Checo Pérez y Red Bull, durante la clasificación del viernes no pudieron hacer una buena vuelta y el mexicano se tuvo que conformar con la séptima posición de salida para la calificación Sprint del sábado.

En dicha competición, Checo sabía que tendría que remontar, pero, como ya hemos mencionado, en Imola rebasar es complicado ya que el circuito no están ancho como muchos de los más recientes en el calendario y literalmente no tiene rectas, aunque después de la segunda curva de Rivazza hasta la curva dos -ya en Tamburello- se va siempre a fondo en el acelerador -es como una gran ‘recta doblada’-.

Checo Pérez supo gestionar su Red Bull para hacer valer su velocidad y solidez en curva y pasar autos. Tuvo un gran arranque y luego fue preciso en los rebases y así se abrió camino para terminar tercero y conseguir una mejor posición de arranque para el Gran Premio. Esto se consigue teniendo la cabeza en orden, sin poner una rueda mal ni desesperarse -algo, por ejemplo, que Carlos Sainz no tuvo el viernes cuando cometió un error en calificación-.

Una batalla de aguante contra Leclerc y su Ferrari

Ya el domingo, Checo Pérez volvió a tener un gran pique de largada y le quitó la posición a Charles Leclerc.

Con forme avanzaron las vueltas, estos dos se situaron en una competencia por el segundo escalón del podio: pelearon tanto en el cronometro (contestándose las vueltas), como en pista, con el Ferrari a la cola del Red Bull, pero nunca tuvo la velocidad suficiente para intentarlo en Tamburello, la zona más lógica para un rebase en Imola. Hay que señalar que en ese ‘primer round’ Checo tuvo la suerte de que control de carrera no habilitara el DRS, quien sabe que hubiese pasado si las circunstancias hubiesen sido diferentes.

Ya avanzados los 63 giros para completar el Gran Premio, Ferrari pidió a Leclerc que fuese a boxes por el neumático rojo. Red Bull contestó y Checo Pérez también fue por la goma más rápida de Pirelli para el fin de semana apenino.

Leclerc, con las llantas ya en temperatura optima se acercó al Red Bull. Ya tenía DRS así que los dados parecían cargados a favor del monegasco y él se lanzó a la caza del Red Bull.

A Checo Pérez le tocaba, una vez más, aguantar con cabeza fría y pies y muñecas firmes. Así aguanto el primer embate y en el segundo, Leclerc perdió el Ferrari a la salida de la Variante Alta, la cual tomó agresivamente y los ‘lavaderos’ de la pista no lo perdonaron y lo sacaron de la pista.

Para Checo significó la victoria en la batalla y asegurar el primer 1-2 de Red Bull desde 2016. Para Leclerc y Ferrari perder el podio frente a los tifosi italianos que llegaron muy ilusionados a Imola, para terminar decepcionados por el abandono de Carlos Sainz Jr. y la frustración de Leclerc al final de la justa.

Temple, fortaleza mental, inteligencia. Fueron las claves para que Checo Pérez tuviese un buen fin de semana en Emilia-Romagna, el feudo de Ferrari.