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¿Qué le pasa a Checo Pérez y por qué mejorará en el GP de Barcelona?

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Carlos Sainz, trompo, abandono y golpe a Alex Albon (1:41)

El español perdió solo el control de su Ferrari y terminó con su GP de Canadá y con el del tailandés de Williams. (1:41)

Checo Pérez sólo ha sumado cuatro puntos en los últimos tres Grandes Premios de la F1, pero el GP de España en Barcelona parece ser el terreno ideal para que el mexicano de Red Bull salga de la mala racha.


Sergio ‘Checo’ Pérez sólo ha sumado cuatro puntos en los últimos tres Grandes Premios de la F1, lo que lo ha bajado al quinto lugar del Campeonato de Pilotos, pero el GP de España en Barcelona parece ser el terreno ideal para que el mexicano de Red Bull salga de la mala racha.

Checo Pérez ha sufrido por una mezcla de bajo rendimiento, mala suerte y pistas complicadas para el monoplaza RB20, lo que se ha traducido en sábados infernales.

En Imola, Checo calificó en undécimo; en Monaco en décimo sexto, y en Montreal también se quedó en la orilla de la Q1.

Pero lo de Checo Pérez no es simplemente que de Miami en adelante ‘olvide cómo manejar’, sino que los talones de Aquiles del auto, otrora todopoderoso de Red Bull, han quedado al descubierto y las flechas los atacan inmisericordes.

El RB20 y en general todos los coches diseñados por Adrian Newey tienen la flaqueza crónica de ser poco eficientes en curvas lentas, por ello las pesadillas de Emilia Romagna, Montecarlo y Canadá.

A esto debe adicionar los problemas con los kerbs y lavaderos y su nula correlación con los datos que le dio el simulador a Red Bull.

A pesar de todo eso, Max Verstappen entregó los resultados con dos victorias y un sexto lugar en Mónaco.

Verstappen es hoy por hoy el mejor piloto de la parrilla y lo demuestra en los momentos en que las manos tienen que hacer la diferencia, pero no está solo, tiene de su lado al jefe de ingeniería de carrera Gianpiero Lambiase.

Checo Pérez ha cometido errores puntuales en calificación y carrera, pero también ha carecido de un apoyo a la altura de parte de su pit.

El mexicano es un piloto ‘mortal’ y en él somatiza Red Bull sus problemas. El RB20, no es, como lo fue el RB19 o incluso el RB18 un auto superior a los demás en todas las pistas y condiciones.

El auto 2024 de Red Bull es dominante en algunos circuitos, competitivo en otros y apenas competente en otros más.

Cuando Red Bull domina por encontrarse en circuitos donde predominan las curvas rápidas, Checo Pérez ha estado en el podio, pero en los que el coche ve cómo McLaren y Ferrari tienen mejores prestaciones esos bajones se reflejan sobre todo en el tapatío, y lo que es peor, la respuesta del equipo no llega adecuadamente o no llega en absoluto.

Para Red Bull es fundamental poner en ritmo y lo más cerca posible a sus dos autos. En una temporada como la 2024, donde el Campeonato de Constructores estará muy cerrado, no poner a la misma altura de rendimiento a ambos monoplazas es como caminar en un pie, mientras que el resto tiene dos extremidades.

Tampoco ayuda mucho, que cuando pretendes enmendar un poco una mala calificación en Mónaco, otro piloto cometa un grave error de juicio y acabe con tu domingo de la peor manera.


El reto de Checo Pérez en Barcelona

Lo que tiene enfrente Checo Pérez en Barcelona es una odisea. Primero, porque debe revertir una seguidilla de resultados negativos y una nube de comentarios ‘especializados’ que cuestionan la extensión de contrato que recibió de Red Bull.

Luego, está una parrilla muy competitiva, a la que debe encarar con una penalización de tres lugares en la formación de partida para el GP, producto de la decisión del equipo de hacerlo volver a boxes con el auto dañado, luego del accidente que sufrió en Canadá.

Esos tres lugares en la grilla hacen más complejo el trabajo de Checo Pérez que necesita terminar delante de Lando Norris, Oscar Piastri, Charles Leclerc y Carlos Sainz, para recobrar las unidades perdidas y que lo tienen instalado en el quinto lugar del Campeonato de Pilotos.

La sanción fue una opción que tomó Red Bull en detrimento de Checo para evitar que Verstappen tuviera que someterse a una rearrancada contra Lando Norris, producto de un Safety Car, pero el SC llegó karmáticamente unos segundos después, cuando Carlos Sainz se salió en la misma curva 6 y se llevó puesto a Alex Albon.

Usualmente, el Circuito de Cataluña no es un terreno fértil para el rebase, pero el año anterior se quitó una chicana y las condiciones germinaron en una carrera entretenida y con adelantamientos.

Barcelona es conocido como un laboratorio donde los equipos pueden calibrar su potencial para el resto de la temporada europea.

Una pista con todo tipo de curvas, las de alta velocidad, de media y baja; cambios de elevación y una recta respetable, incluso dos zonas de DRS.

El asfalto es una dura prueba para las llantas Pirelli que llevan el compuesto más duro de su gama (de C1 a C3) y es posible que veamos tres paradas en pits, porque sobre todo el estrés lateral y degradación será muy duro para las gomas.

Estos ingredientes y la historia reciente que nos dice que Red Bull es fuerte en Barcelona, juegan a favor de una posible remontada dominical de Checo Pérez, quien si logra estar a una o dos décimas del mejor tiempo de Verstappen en la Q3, calificaría tercero o cuarto, pero hay que agregarle la sanción de tres puestos.

Si, como se espera, el RB20 es más que competitivo en Barcelona eso se verá en Checo Pérez, termómetro del rendimiento de Red Bull. Entre más paradas en pits, más espacio para ejercer estrategias o para prolongar stints.

A nadie le conviene más el regreso de Checo a su forma de inicio de temporada que al equipo Red Bull, les urge que los dos coches sumen de en dobles dígitos y es fundamental que Barcelona sea el inicio de una inercia positiva que se extienda a Austria, Silverstone y Hungría y así sacar tranquilamente las reservaciones para las vacaciones de Verano.

La configuración del calendario hace que, al menos tres de los próximos cuatro GPs parezcan a modo para Red Bull, lo cual debe ser un respiro para Checo Pérez y un receso en la muy intensa actividad de sus detractores.